sábado, 18 de septiembre de 2010

la séptima habitacion

Las habitaciones de una casa pueden ser vistas muy fríamente como solo espacios, divisiones, lugares que sí, cuentan con objetos en su interior, pero están vacios y sin sentimiento. Pero en realidad, aun sin quererlo, nuestras habitaciones comparten con nosotros más que espacio. Comparten tiempo, recuerdos, experiencias, sentimientos. Cada habitación es un lugar donde nosotros dejamos una parte de nosotros mismos. Las habitaciones y sus contenidos están hechos para vivir, para disfrutar, para compartir y aprovechar.

Los espacios de nuestro hogar en particular, son silenciosos cómplices de nuestras vidas, donde nosotros podemos ir y refugiarnos del mundo exterior y su dureza y aun a veces, de nosotros mismos.

El hogar del ser humano es eso, un refugio, un lugar de expresión, un nido compuesto de lugares llenos de vida y esperanza. Que albergan nuestros sueños y aspiraciones. Y es nuestro deber como interioristas el no olvidarlo. El ayudar a las personas a conectarse con cada espacio, cada rincón y sentirlo suyo, sentirlo su amigo, su aliado.

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